sábado, 8 de marzo de 2014


Tres ideas para meditar la Palabra de Dios hoy 8 de marzo de 2014. (4º día de Cuaresma):
 

Lectura del libro de Isaías (58,9b-14):


Así dice el Señor Dios: «Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña; reconstruirás viejas ruinas, levantarás sobre cimientos de antaño; te llamarán reparador de brechas, restaurador de casas en ruinas. Si detienes tus pies el sábado y no traficas en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob.» Ha hablado la boca del Señor. PALABRA DE DIOS.

 

Salmo Responsorial:

 

R/. Enséñame, Señor, tu camino,
para que siga tu verdad.


Inclina tu oído, Señor, escúchame,
que soy un pobre desamparado;
protege mi vida, que soy un fiel tuyo;
salva a tu siervo, que confía en ti.
R/.

Tú eres mi Dios, piedad de mí, Señor,
que a ti te estoy llamando todo el día;
alegra el alma de tu siervo,
pues levanto mi alma hacia ti.
R/.

Porque tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende a la voz de mi súplica.
R/.

 

Lectura del santo evangelio según san Lucas (5,27-32):

En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros.
Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»PALABRA DEL SEÑOR.
 
 
 
 
1.                       Es posible que con el pasar del tiempo, nuestra entrega a Dios no sea la misma que tuvimos al principio. No podemos olvidar, que nuestra historia con Él es semejante a la de dos enamorados. Siempre hay que procurar mantener vivo el amor. Él siempre es detallista con nosotros, siempre se hace sentir a nuestro lado, pero nuestros afanes y nuestra forma de asimilar los golpes que recibimos de la vida pueden irnos minando y enfriándonos un poco. Hoy la primera lectura nos dice que al amar y demostrar ese amor a través de las obras de misericordia tendremos la oportunidad de reconstruir viejas ruinas y levantar cimientos de antaño.
 
2.                       Hace poco el Señor nos decía que colocaba delante de nosotros bendición y maldición, es decir, nos recordaba que nos ha otorgado el don de la libertad y libre albedrío. El orante del salmo suplica a Dios que le muestre su camino para seguir su verdad. De igual manera nosotros, en este camino cuaresmal trazado por la cruz de Cristo, pidamos a Dios que nos dé la gracia de elegir siempre el bien y la verdad y perseverar en ellos.
 
3.                       Leví, ante el llamado de Jesús lo deja todo, se levanta y lo sigue. Pidamos al Señor que fortalezca los tobillos de nuestra voluntad para atender presurosos sus llamados y no dilatar nuestra entrega y servicio a Él. “Señor, como el leproso del camino, me atrevo a venir a tu encuentro y te digo: si quieres, puedes sanarme de mi enfermedad… Yo confío en que al igual que a aquel, Tú me dirás: ¡quiero! ¡queda limpio!”.  
 
 
 



 

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